
El café es una de las bebidas más populares del mundo y está presente en la rutina diaria de millones de personas. Para muchos, la primera taza de la mañana es un aliado infaltable; en la dieta keto también se valora por su aporte de energía sin azúcar. Sin embargo, es importante saber que la cafeína puede interactuar con ciertos medicamentos, ya sea alterando su absorción o amplificando sus efectos. Estas interacciones pueden hacer que el medicamento no funcione correctamente o aumentar efectos secundarios como nerviosismo o malestar estomacal. Conocer qué medicinas no se deben mezclar con el café es clave para proteger la salud y aprovechar ambos de forma segura.
Antidepresivos
Si tu médico te recetó un antidepresivo, evita beber café justo después. La cafeína puede unirse a algunos antidepresivos (por ejemplo, el escitalopram) y dificultar su absorción, reduciendo así su eficacia. Además, otros antidepresivos (como la clomipramina o la imipramina) se procesan en el hígado con la misma enzima que la cafeína; tomarlos juntos puede prolongar su presencia en la sangre y aumentar sus niveles. Esto intensifica el efecto estimulante del café y puede hacerte sentir más inquieto o nervioso de lo habitual.
Medicación para el tiroides
La levotiroxina (medicamento común para el hipotiroidismo) se absorbe mucho peor si se toma con café. De hecho, al beber café al mismo tiempo puede reducirse su absorción hasta en un 50 %. Esto puede provocar niveles inconsistentes de la hormona tiroidea, con síntomas persistentes de cansancio o confusión mental. Por eso se recomienda tomar la medicación con un vaso de agua y esperar al menos 30 minutos antes de tomar café.
Fármacos para la osteoporosis
Los medicamentos para la osteoporosis (como el alendronato o el risedronato) no deben tomarse con café. De hecho, cualquier bebida distinta al agua (café, leche, jugo, etc.) puede reducir la absorción de estos fármacos, impidiendo que se disuelvan bien. Lo mejor es tomarlos siempre con un vaso grande de agua y con el estómago vacío, esperando al menos media hora antes de ingerir café u otras bebidas. Así te aseguras de que el medicamento actúe correctamente.
Antigripales y antialérgicos
Muchos medicamentos contra el resfriado o la alergia contienen descongestionantes (como la pseudoefedrina) que actúan como estimulantes similares a la cafeína. Consumir café junto con estos descongestionantes puede potenciar los efectos excitantes: sentirás más nerviosismo, palpitaciones e incluso aumento de la temperatura corporal. Además, si tienes diabetes, esta mezcla puede elevar tu nivel de azúcar en la sangre. En resumen, siempre consulta con un médico antes de combinar antigripales o antialérgicos con cafeína.
Antipsicóticos
Si tomas antipsicóticos (como clozapina, haloperidol u olanzapina), ten cuidado al mezclar con café. La cafeína puede interferir con la forma en que el hígado procesa estos medicamentos. Por ejemplo, la clozapina puede alcanzar niveles mucho más altos en sangre si se consume con café, intensificando sus efectos secundarios. Por eso, lo más recomendable es tomar el medicamento con agua y esperar un tiempo antes de beber café, siguiendo siempre las indicaciones de tu médico.
Medicación para el asma
Si tienes asma y usas broncodilatadores como la aminofilina o la teofilina, modera la cantidad de café. Estos medicamentos relajan las vías respiratorias pero pueden causar náuseas, dolor de cabeza o nerviosismo como efecto secundario. Como la cafeína es otro estimulante, combinarla con estos fármacos puede aumentar las palpitaciones y la inquietud. En estos casos, lo mejor es limitar la cafeína y comentar tu consumo con el médico, quien te orientará sobre cómo equilibrar ambos de forma segura.
Anticoagulantes
Los anticoagulantes (como la warfarina o la aspirina en dosis altas) se usan para prevenir coágulos, pero pueden aumentar el riesgo de sangrado. El café también puede retrasar la coagulación y, al bajar el pH estomacal, acelerar la absorción de medicamentos como la aspirina. Esto intensifica el efecto anticoagulante y aumenta la probabilidad de hematomas o sangrados. Por eso, es fundamental comentar con tu médico tu consumo de café cuando tomes estos fármacos, para ajustar dosis u horarios si es necesario.
El café es una bebida apreciada en el día a día, pero requiere precaución si se toman medicamentos. Lo más importante es informar a tu médico o farmacéutico sobre tu consumo de café para que te indique cómo combinarlos de forma segura. A menudo será suficiente con espaciar la toma del medicamento y el café (por ejemplo, esperar media hora entre ambos). De este modo podrás seguir disfrutando de tu bebida diaria sin comprometer la eficacia de tu tratamiento ni tu salud.
FUENTE: BioMed Research International
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