El clima también tiene hambre: cómo las temperaturas extremas afectan tu dieta

Publicado el 16 de mayo de 2025, 21:46

Un estudio reciente publicado en medRxiv por investigadores de la Universidad de Pekín, la Universidad de Hong Kong y la Universidad de Yale ha revelado que las temperaturas extremas, tanto altas como bajas, pueden influir directamente en nuestras elecciones alimentarias, específicamente en el aumento del consumo de grasas.

¿Qué descubrió el estudio?

Los investigadores analizaron cómo las variaciones de temperatura afectan la ingesta de macronutrientes en hogares de China. Encontraron que:

  • Climas cálidos: reducen el consumo de carbohidratos y proteínas, pero no afectan significativamente la ingesta de grasas.

  • Climas fríos: aumentan el consumo de todos los macronutrientes, especialmente las grasas.

Estos cambios sugieren que las temperaturas extremas pueden llevar a una mayor probabilidad de adoptar dietas altas en grasas.

¿Por qué sucede esto?

Los autores del estudio proponen que estas variaciones en la dieta no se deben principalmente a la disponibilidad de alimentos, sino a cómo nuestro cuerpo regula el apetito en respuesta a las condiciones térmicas. Por ejemplo, en climas fríos, el cuerpo puede buscar más calorías para mantener la temperatura corporal, mientras que en climas cálidos, la reducción del apetito puede llevar a una preferencia por alimentos más densos en energía, como las grasas.

¿A quién afecta más?

El estudio también identificó que las personas en zonas rurales y aquellas con menor nivel educativo son más propensas a adoptar dietas altas en grasas en respuesta a temperaturas extremas. Esto podría deberse a una menor conciencia sobre nutrición o a limitaciones en el acceso a una variedad de alimentos saludables.

Implicaciones para la salud pública

Con el cambio climático, se espera que las temperaturas extremas sean más frecuentes, lo que podría llevar a un aumento en el consumo de grasas y, por ende, a mayores tasas de obesidad y enfermedades relacionadas. Esto representa un desafío adicional para los sistemas de salud, especialmente en regiones con recursos limitados.

Este estudio destaca la necesidad de considerar cómo el clima puede influir en nuestras elecciones alimentarias y, en consecuencia, en nuestra salud. Es esencial desarrollar estrategias que aborden estos desafíos, promoviendo la educación nutricional y mejorando el acceso a alimentos saludables, especialmente en comunidades vulnerables.

Fuente: medRxiv

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Crea tu propia página web con Webador