Lo que pasa en tu intestino podría afectar tu memoria (y tu acceso a la comida también)

Publicado el 30 de junio de 2025, 20:40

Cada vez más estudios confirman que la conexión entre el intestino y el cerebro va mucho más allá de la digestión. Una nueva investigación realizada por la Universidad de Rutgers ha encontrado que ciertos cambios en la microbiota intestinal podrían estar relacionados con el deterioro cognitivo en adultos mayores, especialmente cuando existen barreras para acceder a alimentos nutritivos.

El equipo analizó muestras de microbiota de casi 300 personas mayores de 60 años y descubrió que quienes tenían una menor diversidad de bacterias intestinales y vivían en zonas con dificultades para conseguir alimentos frescos mostraban mayores signos de problemas de memoria y concentración. Los investigadores observaron que las bacterias intestinales producen metabolitos que pueden influir directamente en la inflamación cerebral, la respuesta inmunitaria y la salud de las neuronas.

Uno de los puntos más interesantes de este estudio es que no solo se trata de lo que una persona come, sino de las condiciones en las que vive y las oportunidades reales que tiene para acceder a una alimentación variada y de calidad. Los llamados “desiertos alimentarios” —áreas urbanas o rurales donde es difícil comprar frutas, vegetales y alimentos mínimamente procesados— son un factor de riesgo que puede agravar la pérdida de memoria y otras funciones cognitivas.

Para los autores, la implicación es clara: mantener un intestino sano podría ser una vía importante para prevenir el deterioro cognitivo, pero también lo es garantizar políticas públicas y estrategias comunitarias que permitan a más personas acceder a comida saludable. No se trata solo de bacterias buenas, sino de entornos que faciliten hábitos buenos.

A medida que la ciencia avanza, cada vez queda más claro que el intestino es mucho más que un órgano digestivo: es un eje de comunicación constante con el cerebro. Cuidarlo con una dieta equilibrada, rica en fibra, fermentados naturales y alimentos reales es clave para proteger también la mente, sobre todo con el paso de los años.

Fuente: Nature