Bebidas azucaradas bajo la lupa: aumentan el riesgo de diabetes

Publicado el 1 de junio de 2025, 19:33

Un metaanálisis internacional sugiere que el contexto en el que se consume el azúcar es clave para entender su impacto en la salud metabólica.

 

Brigham Young University (EE.UU.), en colaboración con las universidades de Paderborn y Friburgo (Alemania), ha publicado una investigación en la revista científica Advances in Nutrition que podría transformar la forma en que abordamos las recomendaciones sobre el consumo de azúcar. El estudio analizó los datos de 29 investigaciones realizadas en Europa, América, Asia, Australia y América Latina, y arrojó resultados contundentes: el consumo habitual de bebidas azucaradas se asocia a un aumento del 25% en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 por cada porción diaria de 355 ml (12 onzas).

Entre las bebidas analizadas se encuentran los refrescos, bebidas deportivas y energéticas. Incluso el jugo de frutas 100% natural, considerado por muchos una opción saludable, mostró un aumento del 5% en el riesgo de diabetes por cada porción consumida, debido a su alto contenido en azúcares de rápida absorción.

Sin embargo, el hallazgo más sorprendente del estudio es que los azúcares ingeridos a través de alimentos sólidos no muestran la misma relación negativa con la salud metabólica. De hecho, el consumo diario de hasta 20 gramos de azúcar en alimentos se asoció con una leve reducción en el riesgo de diabetes tipo 2. Este hallazgo sugiere que el impacto del azúcar está determinado por la forma en la que se introduce en el organismo.

“Cuando el azúcar está disuelto en un líquido, ingresa al cuerpo rápidamente y en grandes cantidades, lo que puede saturar la capacidad metabólica del hígado”, explicó la Dra. Karen Della Corte, una de las autoras del estudio. “Este exceso se convierte en grasa hepática, lo cual interfiere con la señalización de la insulina y puede provocar disfunción metabólica”.

A diferencia de las bebidas, los alimentos sólidos suelen contener otros nutrientes como fibra, grasas saludables y proteínas, que ralentizan la absorción de los azúcares y ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre. Según la dietista Michelle Routhenstein, experta en cardiología preventiva, “las bebidas azucaradas no producen saciedad, lo que lleva a un mayor consumo calórico total”.

Una visión más matizada del azúcar

Lejos de demonizar todos los tipos de azúcar, el estudio invita a una reflexión más matizada sobre su rol en la dieta.

“Este trabajo desmonta la idea de que todo azúcar es perjudicial por igual. Lo que realmente importa es cómo y con qué se consume”, señaló Della Corte. “Esto permite elaborar guías nutricionales más personalizadas, enfocadas en la calidad de los carbohidratos, no solo en la cantidad”.

Routhenstein, quien no participó en la investigación, coincide: “Los carbohidratos —incluidos los azúcares naturales— son parte esencial de una dieta saludable. Lo importante es acompañarlos de fibra, proteína y grasas saludables para modular su efecto en el organismo”.

Ambas especialistas coinciden en que la eliminación total de los carbohidratos no es recomendable y puede incluso generar efectos adversos como el aumento del colesterol LDL y un mayor riesgo cardiovascular. La clave está en el equilibrio y en elegir fuentes de azúcar integradas en alimentos reales, naturales y no ultraprocesados.

FUENTE: Advances in Nutrition