
Nuevo consenso médico: sin intervención nutricional, las terapias para la obesidad con GLP-1 pierden efectividad, aumentan riesgos y cuestan más.
Washington, D.C. — Mayo 30, 2025. Cuatro organizaciones líderes en medicina del estilo de vida y nutrición —ACLM, ASN, OMA y TOS— han emitido una declaración clínica conjunta para apoyar a los profesionales que tratan la obesidad con agonistas del receptor GLP-1. El mensaje es claro: sin intervención nutricional, estas terapias podrían fracasar.
Aunque medicamentos como la semaglutida o tirzepatida han demostrado reducciones de peso del 5 al 18% y mejoras metabólicas y cardiovasculares, los expertos advierten que los resultados no se mantienen si no se integran cambios de estilo de vida, especialmente en la alimentación.
“Estas medicaciones, por sí solas, no son suficientes”, afirma el Dr. Dariush Mozaffarian, presidente del comité que redactó el informe. “Pueden provocar efectos gastrointestinales, pérdida muscular y ósea, carencias nutricionales, costos elevados y, si no se combinan con intervención nutricional, pueden terminar en un rebote de peso.”
El documento, publicado simultáneamente en Obesity, Obesity Pillars, The American Journal of Clinical Nutrition y American Journal of Lifestyle Medicine, presenta 8 prioridades nutricionales:
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Iniciar el tratamiento centrado en el paciente
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Evaluar la nutrición de base
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Manejar efectos gastrointestinales
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Diseñar dietas densas en nutrientes y mínimamente procesadas
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Prevenir deficiencias de micronutrientes
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Asegurar ingesta de proteínas y entrenamiento de fuerza
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Usar la dieta para optimizar la pérdida de peso
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Promover cambios de estilo de vida: sueño, movimiento, manejo del estrés, vínculos sociales
Estudios recientes (Wadden et al., Kushner et al.) refuerzan esta visión: los pacientes que combinan medicación con asesoría nutricional pierden más peso, mantienen mejor los resultados y presentan mayor adherencia a largo plazo.
A pesar de la evidencia, la mayoría de los pacientes que reciben GLP-1 no reciben guía nutricional adecuada. Esta nueva guía busca llenar ese vacío, con herramientas prácticas para que los profesionales ayuden a transformar las indicaciones en hábitos sostenibles.
“El medicamento no reemplaza la comida. La nutrición es el socio terapéutico que traduce el progreso farmacológico en bienestar duradero”, afirmó la Dra. Lydia Alexander, expresidenta de la OMA.
FUENTE: The Obesity Society
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