
Un análisis publicado en Nutrients evaluó la mortalidad ligada al consumo de carne de ave en casi 5 000 adultos del sur de Italia. Aunque el pollo y el pavo suelen considerarse “alternativas saludables” a la carne roja, el estudio revela que un exceso —más de 300 g semanales— se asocia con un mayor riesgo de muerte, especialmente por tumores del tracto gastrointestinal.
Un vistazo a los hallazgos principales
-
Riesgo de mortalidad global: Quienes ingirieron más de 300 g de carne de ave por semana presentaron un 27 % más de probabilidad de fallecer por cualquier causa, en comparación con los que consumían menos de 100 g.
-
Cáncer digestivo: El impacto fue más pronunciado al centrarse en cánceres gastrointestinales, con un aumento del 127 % en mujeres y del 161 % en hombres dentro del grupo de consumo elevado.
¿Por qué podría ocurrir?
-
Procesado y cocción: Durante el procesado, la carne de ave puede contener nitritos y otros aditivos. Además, cocinarla a altas temperaturas (plancha, sartén o barbacoa) genera compuestos potencialmente cancerígenos, como hidrocarburos aromáticos policíclicos y aminas heterocíclicas.
-
Inflamación e microbioma: Las dietas muy ricas en proteínas animales pueden alterar la flora intestinal, promoviendo inflamación crónica, un terreno fértil para el desarrollo de tumores.
¿Es distinto para hombres y mujeres?
El estudio observó una mayor vulnerabilidad en los hombres: al superar 300 g semanales, su riesgo de cáncer gastrointestinal se duplicó, frente al aumento del 127 % en las mujeres. Estas diferencias podrían estar influenciadas por variaciones hormonales, hábitos de cocción o patrones dietéticos globales según el sexo.
Recomendaciones prácticas para quienes siguen keto
En la dieta cetogénica, la carne de ave es una fuente habitual de proteínas magras, pero conviene diversificar y moderar las porciones:
-
Mantén el pollo y pavo por debajo de 300 g semanales. Esto equivale a unas dos pechugas estándar.
-
Combínalos con otras proteínas: Incluye pescados grasos (salmón, caballa), huevos y cortes de carne roja de pasto, ricos en grasas saludables y micronutrientes.
-
Opta por cocciones suaves: Hervido, al horno a baja temperatura o al vapor reducen la formación de compuestos nocivos.
-
Añade fibra y alimentos vegetales: Aguacate, aceite de oliva, frutos secos y semillas ayudan a equilibrar la microbiota y reducir la inflamación.
Adoptar estos ajustes sencillos puede ayudarte a disfrutar de los beneficios de la dieta keto sin sobrepasar límites que podrían comprometer tu salud a largo plazo.
FUENTE: Nutrients
Añadir comentario
Comentarios