El Impacto de la Depresión Posparto en la Alimentación Emocional de los Niños

Publicado el 14 de mayo de 2025, 18:59

Marzo 2025- Hasta un 25 % de las madres primerizas experimentan depresión posparto, una condición que no solo afecta su bienestar, sino también el desarrollo de sus hijos. Un estudio reciente de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign revela que la depresión materna temprana puede tener efectos duraderos en la función ejecutiva de los niños y aumentar el riesgo de sobrealimentación emocional, resaltando la importancia de un apoyo adecuado para las madres en esta etapa crucial.

¿Cómo influye la depresión posparto en la alimentación infantil?

"Queríamos explorar cómo la depresión posparto en las primeras semanas influye en el autocontrol de los niños y en su relación con la comida, centrándonos en los mecanismos psicológicos que median estos efectos", explica Samantha Iwinski, investigadora postdoctoral en el Departamento de Desarrollo Humano y Estudios Familiares de Illinois y autora principal del estudio.La sobrealimentación emocional ocurre cuando se recurre a la comida como respuesta a emociones negativas en lugar de al hambre física. "Si los niños no pueden expresar sus emociones, pueden encontrar en la comida una vía para afrontar el estrés", señala Iwinski.

Metodología del estudio

El estudio analizó datos de familias participantes en el proyecto Midwest STRONG Kids 2, que investiga la interacción entre factores biológicos y el entorno familiar en la formación de hábitos alimenticios saludables en niños pequeños.Las madres completaron cuestionarios en tres momentos clave:

  • A las seis semanas posparto, para evaluar síntomas de depresión.
  • A los 24 meses, para analizar el funcionamiento emocional de los niños.
  • A los 48 meses, para examinar sus patrones de alimentación.

Los investigadores utilizaron el modelo de vías biopsicosociales, que analiza cómo la interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales influye en la salud, incluyendo la regulación del apetito.

Hallazgos clave: conexión entre depresión y alimentación emocional

Los resultados mostraron que el 12 % de las madres en la muestra cumplían los criterios de depresión posparto. Además, los niños cuyas madres presentaban síntomas depresivos a las seis semanas mostraron:

  1. Dificultades en la función ejecutiva a los 24 meses, reflejadas en menor capacidad de inhibición y control emocional.
  2. Mayor tendencia a la sobrealimentación emocional a los 48 meses.

La función ejecutiva incluye habilidades como la inhibición y el control de impulsos. "Por ejemplo, si un niño está haciendo su tarea y el televisor está encendido, la función ejecutiva le permite concentrarse en la tarea en lugar de distraerse", explica Iwinski. Del mismo modo, el control emocional ayuda a regular reacciones ante el estrés, evitando conductas impulsivas como comer en exceso.El estudio también encontró una relación directa entre la depresión materna y la sobrealimentación en los niños, sugiriendo que la falta de apoyo emocional puede llevar a los pequeños a usar la comida como mecanismo de afrontamiento.

La importancia de la intervención temprana

Los hallazgos subrayan la necesidad de brindar apoyo psicológico a las madres desde el posparto, ya que su bienestar emocional impacta directamente en la salud y hábitos de sus hijos."Al apoyar la salud mental de las madres, estamos apoyando a toda la familia. Es crucial identificar signos de depresión temprano y fomentar estrategias saludables para gestionar las emociones, como el juego, la atención plena o simplemente hablar de los sentimientos", destaca Iwinski.Además, los maestros y otros cuidadores pueden desempeñar un papel clave en la prevención. "Observar los patrones de alimentación y el comportamiento emocional de los niños permite detectar si están usando la comida para manejar el estrés y abrir el diálogo con la familia sobre otras formas de afrontamiento", concluye la investigadora.El estudio, titulado "Depresión posparto materna y sobrealimentación emocional infantil: el papel mediador de la función ejecutiva", ha sido publicado en la revista Eating Behaviors

 

FUENTE: Eating Behaviors

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