Ya pasan de 50 los bebés en doce estados de Estados Unidos que han sido hospitalizados tras intoxicarse con botulismo después de consumir fórmula infantil de la marca ByHeart, un producto promocionado como una opción segura y nutritiva. El brote, iniciado a mediados de agosto, ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias y de los padres en todo el país.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron que todos los bebés afectados consumieron fórmula en polvo de ByHeart. En una de las latas abiertas, los análisis detectaron la bacteria que produce la toxina botulínica, una de las más potentes y mortales conocidas. Los bebés, con edades entre dos semanas y cinco meses, permanecen hospitalizados.
La empresa ha retirado del mercado dos lotes de su fórmula con fecha de vencimiento en diciembre de 2026, e instó a los consumidores a dejar de usarla de inmediato. Las autoridades temen que muchos hogares aún conserven el producto debido a su larga vida útil.
No es la primera vez que ByHeart enfrenta cuestionamientos por la seguridad de su producción. En 2022, retiró varios lotes contaminados con Cronobacter, una bacteria que puede causar infecciones graves en lactantes. Un año después, en 2023, la FDA emitió una carta de advertencia tras descubrir condiciones insalubres en la planta, filtraciones de agua, deficiencias en limpieza y fallas en el control de contaminación.
El brote actual demuestra cómo un descuido mínimo en la producción puede tener consecuencias devastadoras. El botulismo infantil suele comenzar con síntomas leves como estreñimiento, debilidad o dificultad para alimentarse, pero puede avanzar rápidamente hacia la parálisis y el fallo respiratorio. Aunque no se han reportado muertes, todos los casos confirmados requirieron hospitalización.
Las investigaciones federales continúan para determinar cómo se produjo la contaminación y si las violaciones previas de la empresa están relacionadas con el brote. Según los registros de la FDA, ByHeart permitió la distribución de producto contaminado, en clara violación de la ley federal.
Este caso revela lo frágil que puede ser la confianza del consumidor cuando la vigilancia industrial falla. La nutrición infantil exige estándares absolutos de pureza y control: no solo para alimentar, sino para proteger la vida de quienes más la necesitan.
FUENTE: FDA
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