
El 15 de mayo de 2025, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) anunció el despliegue de un programa renovado y más transparente para evaluar de manera sistemática los químicos presentes en los alimentos que ya están en el mercado. Hasta ahora, las revisiones posteriores a la autorización de un aditivo se hacían de forma reactiva—por ejemplo, tras recibir una petición de la ciudadanía o cuando surgía nueva evidencia científica—pero este nuevo enfoque será proactivo, basado en criterios de prioridad y fundamentado en la mejor ciencia disponible.
Bajo la dirección del Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., y del Comisionado de la FDA, Martin A. Makary, M.D., M.P.H., el programa contempla tres frentes principales:
-
Esquema de priorización basado en evidencias
En los próximos meses se publicará para consulta pública un borrador que definirá cómo jerarquizar los químicos que merecen una revisión más urgente, considerando factores como el volumen de consumo, la vulnerabilidad de poblaciones específicas (niños, embarazadas) y datos toxicológicos recientes. -
Proceso sistemático de revisión
A partir de la retroalimentación de consumidores, industria y expertos, la FDA diseñará un procedimiento definitivo para evaluar cada sustancia de forma clara y uniforme, con plazos establecidos y publicaciones periódicas sobre avances y hallazgos. -
Actualización del listado de sustancias bajo escrutinio
La agencia ya ha incorporado compuestos muy usados en la industria alimentaria —como BHT, BHA y ácido sórbico (ADA)— y acelerará la revisión de otros bajo análisis, entre ellos ftalatos, propilparabeno y dióxido de titanio. Toda la información se irá publicando en el sitio web de la FDA para que cualquiera pueda consultar el estado de cada químico.
Este programa forma parte de un esfuerzo más amplio por reforzar la seguridad química en los alimentos. El mes pasado, la FDA anunció el retiro progresivo de colorantes sintéticos derivados del petróleo, y a principios de año inició un proceso para reformar el mecanismo que permitía a las empresas declarar ciertas sustancias como “generalmente reconocidas como seguras” (GRAS) sin supervisión directa de la agencia.
Con estas medidas, la FDA busca recuperar la confianza de consumidores y productores, asegurar que los alimentos que llegan a la mesa cumplen con los estándares más rigurosos y ofrecer a las familias la información necesaria para elegir productos más saludables y seguros.
FUENT: FDA
Añadir comentario
Comentarios