


Visitar París esperando encontrar productos que sean keto-amigables es todo un reto, que no solo frustra al turista, sino que excluye de las mesas a quienes tienen problemas alimentarios, como la intolerancia al gluten o la diabetes.
Básicamente, es casi imposible conseguir productos que no contengan azúcar. Pero La Guía Keto en Español encontró a Maison Plume, posiblemente el único local con una historia digna de contar sobre gastronomía francesa sin azúcar, saludable y absolutamente deliciosa.
La chef Tara Pidoux, graduada en pastelería y con especializaciones en negocios, hizo lo que nadie en Francia se atrevió a hacer: convertir la pastelería en una experiencia accesible para la mayor cantidad de personas posible, incluyendo a quienes, como ella, tienen intolerancias alimentarias.
“Como soy hipersensible al gluten, desde muy joven me inculcaron nociones nutricionales y me hicieron tomar conciencia sobre las restricciones dietéticas claves en mi vida. Al crecer en una familia amante de la comida orgánica, también aprendí a mantener el azúcar fuera de mi dieta sin sacrificar el placer del sabor”.
Para la joven chef, llevar adelante el proyecto Maison Plume implicó lanzar un crowdfunding que fue tan exitoso que, en apenas dos meses, logró abrir las puertas de su hermoso café ubicado en la calle Charlot #61, en París.
“Todas las creaciones se hacen in situ, en nuestras cocinas. Todas las frutas que utilizamos son locales, de temporada y orgánicas. Los tés y cafés que ofrecemos son de comercio justo”, dice orgullosa, y en perfecto español, la chef. Ella lo sabía: “Muchas personas, como yo, buscaban golosinas saludables”, y por eso se preparó profesionalmente para llevar adelante el proyecto que, en abril de 2024, llegará a su primer lustro.
“Me hace feliz poder ofrecer a mis clientes productos buenos para el cuerpo, ultra indulgentes y que tienen el verdadero sabor de la pastelería francesa, con ingredientes que no son necesariamente los más tradicionales (como la stevia que usamos para endulzar), pero que son cuidadosamente seleccionados”.
“Trabajamos con una stevia dulce, no amarga, biológica y de comercio justo, lo que nos permite ofrecer postres deliciosos que no tienen nada que envidiar a la repostería tradicional. De hecho, me llevó seis años encontrar esa stevia”.
Ciertamente hay retos. “Debemos seguir ciertas normas alimentarias en cuanto a ingredientes permitidos en la Comunidad Europea”. Tara cuenta que con cada receta realizaban pruebas de azúcar en sangre en personas con diabetes, para garantizar que no elevaran su índice glucémico. Los resultados fueron productos de panadería sin trazas de gluten, con bajo índice glucémico, aptos para diabéticos y celíacos. Esto, además, abrió el compás hacia otros consumidores, como los que siguen una dieta cetogénica o baja en carbohidratos. También tienen opciones veganas y sin lácteos.
El éxito ha sido tan impactante que, al momento de la entrevista, Tara estaba revisando sus planes de expansión para poder atender la creciente demanda.
“Una de las líneas que me ha tocado expandir es la de panes, que si bien no son cetogénicos, son sin gluten. Algo que prácticamente no existe en París”.
Además de su selección de postres —que va desde la tarta de limón hasta el cheesecake de frambuesa y ruibarbo—, Maison Plume ofrece helados de temporada, las clásicas galletas sablés francesas en diversos sabores y una crema de avellanas con chocolate que no tiene nada que envidiar a las tradicionales con azúcar.
Cuando se vive la experiencia de disfrutar las creaciones de Maison Plume, también se está contribuyendo a un planeta mejor. La expansión con servicio de catering para hoteles y restaurantes no se descarta. “Aunque para llegar allí necesito más capital. Acabamos de completar una inversión en una cocina más grande, pues no nos dábamos abasto”, revela Tara. “Ya somos más de ocho empleados y todo indica que tendremos que seguir creciendo”.
No debería sorprenderla. En el agradable rato que estuvimos allí, vimos cómo se llenaban las mesas con todo tipo de clientes: los que pedían el delicioso café Maison Plume, los que se llevaban los pasteles por cajas, los que preferían una limonada refrescante con una tartaleta de manzana, y los que, como nosotros de LGK, finalmente pudieron darse un gusto dulce libre de culpa.
Siendo París la capital turística del mundo, contar con un lugar donde se pueda encontrar gastronomía francesa altamente especializada y de bajo índice glucémico es clave. Por eso, las expectativas de crecimiento de Maison Plume no son un capricho: son una necesidad.
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