
Un ensayo clínico aleatorizado presentado en ENDO 2025 (la reunión anual de la Endocrine Society, en San Francisco) comparó, por primera vez cara a cara, tres estrategias muy populares para manejar la obesidad y la diabetes tipo 2: restricción energética intermitente 5:2 (IER), ayuno con ventana de 10 horas (TRE) y restricción calórica continua (CER). La conclusión es provocadora: todas funcionaron, pero el esquema 5:2 obtuvo las mayores mejoras en glucosa en ayunas, sensibilidad a la insulina y triglicéridos, además de la mejor adherencia.
El equipo liderado por Haohao Zhang, Ph.D., del First Affiliated Hospital of Zhengzhou University (China), realizó un ensayo aleatorizado, paralelo y controlado entre el 19 de noviembre de 2021 y el 7 de noviembre de 2024. Se incluyeron 90 pacientes con obesidad y diabetes tipo 2 (edad media 36,8 años, duración de la diabetes 1,5 años, IMC 31,7 kg/m², HbA1c 7,42%). Sesenta y tres completaron la intervención de 16 semanas, supervisada por un equipo de nutricionistas, con igual ingesta calórica semanal total en los tres brazos.
Qué encontraron
Aunque no hubo diferencias significativas entre grupos en la reducción de HbA1c ni del peso corporal, el descenso absoluto más grande en ambos parámetros ocurrió en el grupo IER (5:2). Además, comparado con TRE y CER, el 5:2:
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Bajó más la glucosa en ayunas.
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Mejoró el índice de Matsuda, un marcador de sensibilidad a la insulina de todo el cuerpo.
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Redujo con mayor fuerza los triglicéridos.
Los niveles de ácido úrico y enzimas hepáticas no cambiaron de forma significativa en ningún grupo. Los eventos de hipoglucemia fueron leves y similares: dos en IER, dos en TRE y tres en CER.
Adherencia: otro punto para el 5:2
La adherencia fue más alta en IER (85%), seguida de CER (84%) y TRE (78%). Tanto IER como CER mostraron diferencias estadísticamente significativas respecto a TRE. En la práctica clínica, esto importa: una estrategia efectiva que además se sostiene mejor en el tiempo suele traducirse en mejores resultados reales.
¿Por qué podría “ganar” el 5:2?
El esquema 5:2 propone dos días a la semana de restricción calórica marcada (y cinco de alimentación normocalórica), lo que puede resultar psicológicamente más asumible que estar contando calorías a diario o viviendo dentro de una ventana horaria rígida todos los días. La simplicidad operativa y la flexibilidad social probablemente expliquen parte de su mayor adherencia.
Lo que esto significa para clínicos y pacientes
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Hay opciones: tanto el ayuno por horarios (TRE) como la restricción continua (CER) funcionan para bajar glucosa y peso.
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Si el objetivo es optimizar glucosa en ayunas, triglicéridos y sensibilidad a la insulina, el 5:2 aparece como el más potente en este ensayo.
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La adherencia cuenta: si el paciente puede sostener el 5:2, podría obtener más beneficios metabólicos.
Limitaciones que no debemos olvidar
Se trata de un estudio unicéntrico, con duración de 16 semanas y 63 participantes que completaron el protocolo. No sabemos si las diferencias observadas se mantienen a largo plazo, cómo se comportan en poblaciones mayores, con mayor duración de la diabetes, polifarmacia o con comorbilidades cardiovasculares, ni cuál es el impacto en desenlaces duros (eventos cardiovasculares, progresión de nefropatía, etc.).
La pregunta que te harás: ¿lo pruebo?
Si vives con diabetes tipo 2 y obesidad, no cambies tu plan sin hablar antes con tu médico o tu nutricionista. El 5:2 no es para todos, requiere supervisión (sobre todo si usas fármacos que pueden inducir hipoglucemia) y una planificación nutricional sólida para asegurar proteínas suficientes, micronutrientes y una adecuada distribución de carbohidratos el resto de la semana.
Fuente: Endocrine Society
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